martes, 9 de diciembre de 2014

 

 

AYUDAR AL LENGUAJE CON LA ALIMENTACIÓN




A medida que se introducen alimentos, primeros licuados y luego sólidos, y el niño gana en autonomía a la hora de comer usando vasos y no biberones por ejemplo, podrá fortalecer su mandíbula, labios, lengua y controlar mejor su respiración para lograr una correcta articulación de las palabras y hablar bien: podrá pronunciar mejor y ser entendido por los otros.
Su deseo de comunicarse, expresarse y dar a conocer lo que quiere, premiado por la respuesta de los demás ante sus peticiones, ideas y palabras, lo ayudará a recorrer este camino. Para poder estimular, es decir, ayudar al niño a que comience a hacer algo y lo continúe haciendo, hay que conocer primero lo que se espera que haga a la edad que tiene.
Vamos a revisar algunas de las tareas que debería lograr el niño a nivel de lenguaje y a la hora de comer para lograr una mejor expresión oral,  para luego sugerir algunas ideas sobre cómo estimular el lenguaje en el día a día.
Durante los primeros meses de vida, los ruidos que hace con su boca, sus risas y balbuceos son el inicio de su lenguaje expresivo oral: aquel que corresponde a su habla y surge del niño, y siempre es mucho menor que lo que es capaz de comprender cuando los otros le hablan.
A medida que el niño vaya cumpliendo años, su lenguaje oral expresivo y sus ganas de comunicarse con los otros así como la cantidad de palabras, frases y oraciones que dice debe ir aumentando igual que debe ir aumentando su tolerancia hacia nuevos alimentos y texturas y comer cada vez más sólidos.


Edad
Lo que debe lograr


Entre 6 meses y 1 año 


Comienza a tomar del vaso
 A decir sílabas
Hacer ruidos

10-12 meses 
Usa gestos
Comienza a decir sus primeras palabras relacionadas con personas y objetos importantes para él: papá, mamá, tete, agua, etc



12-18 meses
Dice palabras con significados
Imita ruidos y  palabras
Tolera y acepta una mayor variedad de texturas
Usa el vaso
Cierra labios cuando traga pero no cuando muerde
Ya puede beber con pajita
Sostiene la taza y toma pero sufre derrames con frecuencias
Uso de cucharilla hasta la boca pero llega vacía



18-24 meses


Vocabulario más amplio: dice más palabras
Comienzan las frases: usa combinaciones de dos palabras de forma espontánea
Puede masticar con labios cerrados
Pierde saliva o comida mientras mastica
Se lleva la taza a la boca, derrames, poco a poco controla mejor
Logra cargar la cucharilla y llevarla a la boca sin derramar
Deja la comida en la lengua sin usar los labios
Derrame moderado
Puede mostrar rechazo a probar comidas nuevas
Ir dejando el tete/biberón: no ayuda al fortalecimiento de los músculos implicados en la buena pronunciación (disminuirlo progresivamente)








 24-36 meses
Usa frases cortas (verbo-sustantivo) para expresar sus gustos y lo que no le gusta
Su vocabulario ha aumentado
Conversa consigo mismo y con muñecos
Frases negativas  
Forma plurales simples (agregando s)
Dice su nombre e indica con sus dedos su edad
Dice por favor y gracias cuando se le recuerda
Se refiere a sí mismo por “yo” más que por su nombre
Responde a “dónde” sin confusión
Pregunta “qué es esto”
Pide la atención de los adultos
Comienza a resolver sus problemas hablando en lugar de pegar o llorar
Nombra objetos que le son familiares
Come bien con muy poco derrame
Bebe bien con muy poco derrame
Capaz de usar una cucharilla sólo y vaciarla usando los labios
A los 30 meses: comienza a usar tenedor y cucharilla con agarre adulto

Para estimular el lenguaje en casa es importante ser firme a la hora de quitar el chupete y el biberón para fortalecer toda la musculatura de la boca así como mejorar su articulación de sonidos, se debe también no ceder ante las negativas de probar nuevos alimentos y texturas pero sin forzar, aprovechando para dar ejemplo sobre cómo comer y dónde. Otras sugerencias: 
·     Qué comer: recetas sencillas, variedad, introducir en distintas presentaciones pequeñas cantidades
·     Presente diferentes texturas, invítelo a comer grumos, trozos, pasas, galletas maría
·     NO licuar todo ni darle todo en líquidos
·     Permitir que manipulen y se ensucien
·     Permítale el uso de la pajita y del vaso
·     Comenzar con cucharillas cubierta de hule no directamente de metal, primero planas y luego curvas
·     Involucrarlo en la preparación/elección de la comida
·     Reconozca verbalmente el esfuerzo por comer  y probar alimentos
·     Si vomita, mantenga la calma, limpie el plato e invítele a comer, refuerce aunque sea una pequeña cantidad
·     Poco apetito: evite comidas entre horas o jugos
·     No olvide darle agua entre comidas
·     Si se levanta de la mesa: llámelo no lo persiga











Para estimular el lenguaje
 de forma aún más específica, se puede: 
·     Hacer juegos con la boca y los labios: aire hacia adentro y hacia fuera

·      No obedecer a las señas/gestos

·      Nombrarle los objetos que señala

·      Preguntar y conversar

·      No dejar que utilice una palabra para todo a medida que crezca

·      No ridiculizar ni intimidar ante los errores de pronunciación o palabras inventadas, dígale la palabra correcta
¿Cuándo sería bueno pedir ayuda o consultar con un especialista? (foníatra, logopeda, psicólogo, pediatra):
Cuando tomando como referencia lo que se espera para su edad, señalado en el cuadro anterior, y dándole un tiempo prudencial de uno o dos meses:
·      No logra lo esperado
·     No tolera los grumos ni las texturas
·     Hay que licuarle todo
·     Sólo come un solo tipo de comida
·     Rigidez en las formas: no se le puede cambiar el plato o el lugar para comer
·     No hay palabras, sólo ruidos o sonidos
·     No hay intención de comunicarse o se aísla de los demás
·     No se entiende lo que dice o muy poco
·     Sólo dice palabras o frases  

Es importante 
revisar que el niño escucha bien cuando el desarrollo de su lenguaje no es el esperado.

Yezenia González Robaina
Psicóloga-Psicoterapeuta de niños y adultos
www.crececonyeze.com
yeze@crececonyeze.com



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